jueves, 28 de agosto de 2014

EL BIPARTIDISMO ES COSA DE DOS

Son dos, esos dos…

Son dos los que nacieron, de un parto prematuro que no llegó a cicatrizar, ni a desarrollarse en paz… con sosiego.

Dos son sus visiones, que difieren en lo moral y en lo divino, pero se unen y convergen en la esencia del Mercado Liberal… del Costumbrismo.

Son dos, con historias de sumisión y “escaqueo”, frente a un  régimen franquista que anuló la libertad de acción u omisión… del pensamiento.

Dos son los polos opuestos de un mismo imán, que ha perdido el norte y a sus dueños, los ciudadanos… por no verse fuera del Capital.

Son dos, esos dos, los que entienden que éste es un país laico pero cristiano, mundano pero clerical, donde Rouco manda más que ese Cristo Angelical.

Dos son, esos dos, los que se funden en un mismo cuento, el de Gobernar a costa de nuestros prejuicios, estupideces y ensoñamientos.

Son dos viejos y agotados enemigos, que aún famélicos de ilusión y esperanza, persisten en sus equívocos… por sumisión y arrogancia.

Dos son las Españas que luchan por vencer, con algo tan simple y eficaz, como el “¡y tú más!”… ¡lo que hay que ver!


Son dos las personalidades que les acompañan; cavernícola, elitista y marrullero el primero, y acomplejado, timorato y bohemio el segundo… porque de momento haber, no hay un tercero.

Dos son los culpables de ésta España del AVE, los aeropuertos y los chalets de lujo… y de la pobreza, los parados y los sobres del pufo.

Son dos, esos dos, los que tienen las manos sucias de infamias, corrupción y mentiras. Bueno aquí sumen tres, cuatro… ¡ya que son varias!

Dos son, esos dos, los que discuten sobre cómo cambiar la Constitución… ¡Cuando ya lo hicieron, sin consenso! Con banqueros y eso…

Son dos, esos dos,  los que dicen prometer y prometo mientras eches el voto dentro.


Dos son, esos dos, los que crearon privilegios, dietas y aforamientos. En vez de ser un ejemplo de normalidad para el ciudadano, para el niño… para el pueblo.

Son dos, bipartidismo lo llaman, los que se reparten el pastel para seguir comiendo solos… ¡ahora las alcaldías, da mala gana!

Dos son y así quieren que siga siendo. Dos mejor que tres… ¡a seguir mintiendo, digo prometiendo!

Son dos, esos dos, los que permanecen anclados en un siglo XX que ya ha expirado y que en su agonía, demuestra las desigualdades del día a día.

Dos son, los que con sus “diferencias”, afianzan sus posiciones, sin importarles dos cojones, acentuar la brecha de esta España desecha… por sus coléricos mentores.

Son dos los culpables del desmantelamiento del Sistema, la igualdad, el trabajo y el crecimiento. Uno lo es por “distracción” y embobamiento, mientras el otro… el otro lo es por convencimiento. ¡Por sometimiento!


Dos son, ellos dos, los que dividen a una población analfabeta y borreguil, que por fanatismo, pereza o acomodo… ¡Votarían a los Visigodos!

Y por desgracia son dos, ellos dos, los que “valientes” ante nuestra ceguera de Saramago, seguirán en su burbuja de prepotencia, codicia y permanente descaro.

Pero, no hay dos sin tres… y de repente, ¡el mundo al revés!


¡Uy, perdón por la foto que se me ha colao! 
Habrá sido las maleficencias influencias del Coletas 
y sus apostatas, los bolcheviques bolivarianos... 



Oscar Ara




miércoles, 13 de agosto de 2014

EL VIRUS DE LA CONFUSIÓN


Nos encanta divagar, andarnos por las ramas e incluso perdernos en nuestras propias reflexiones (reconozco que yo también lo hago).

En este maravilloso país nos encanta mezclar “churras con merinas” cuando la ocasión lo presenta, o sea casi siempre. Nos encanta emponzoñar los hechos objetivables con ridículas interpretaciones políticas, religiosas o simplemente Kafkianas de intelectuales aburridos. Y eso, enmerdar las cosas, no es para nada productivo al restarnos gran cantidad de energía para otros menesteres más constructivos e interesantes… además de dejarnos con el culo al aire, al plasmar con nuestras opiniones lo perdidos que andamos en quizás demasiadas “cosas”.

Cito esto, por los comentarios e improperios que se han soltado sin ton ni son (básicamente desde las redes sociales), a raíz de la repatriación desde Liberia, del sacerdote Miguel Pajares a consecuencia del contagio sufrido por el virus del Ébola y que por desgracia, finalmente ha terminado con su vida.



Dichos improperios no tienen una etiqueta definida, iban de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, de arriba (pudientes) a abajo (no pudientes) y de abajo a arriba, de agnósticos a religiosos y viceversa… como digo, ha habido para todos y desde todos los lados.

Partiendo evidentemente de una visión muy particular y desde un prisma puramente objetivo, considero que la repatriación del Sr. Pajares a España era lo lógico, lo normal y si las condiciones lo permitían, lo que se tenía que hacer. Era lo éticamente correcto. Y me reconocerán, que en una sociedad un tanto escasa y falta de humanidad y valores, no deberíamos permitirnos semejante frivolidad de dejar morir a un español que pide ayuda a su país. Por lo tanto, según mi modesta opinión el dinero gastado por el Estado, la parte que me corresponde como contribuyente, la doy por bien empleada… Hecho objetivo.

Sí, lo sé… sé que hay otros muchos españoles que han pedido ayudas similares y se ha dado la callada por respuesta o directamente se les ha negado... ¡Mal!



Sé por desgracia, que mientras el gobierno de la nación ha “gastado” 1.000.000€ en intentar salvar al Sr. Pajares, hay otros muchos españoles que se les está negando las ayudas a la dependencia o simplemente se les deja en la más absoluta indigencia… ¡Mal!

Sé también, que el dinero “gastado” en el sacerdote podría haber salvado de la hambruna a cientos de los Liberianos que ahí se han quedado… ¡Probablemente!

Sé incluso, de la fuerza y la impronta que la iglesia tiene en el gobierno del PP, reflejado en la caricatura de Monseñor Gallardón y su homónimo Jorge Fernández Díaz, y de los favores que tienen a bien otorgarles… ¡Opinión!

Sé incluso que desde el punto de vista meramente pragmático, económico y ventajista (a sabiendas de su muerte), que ha sido a todas luces una mala inversión, una ruina para las deficitarias arcas del país… ¡Mezquino!

Sé y hasta puedo considerarla como válida, la posibilidad conspiranoide de que sea todo una artimaña del Imperio Yanqui (del Nobel Obama), que obligó al pobretón de Rajoy a repatriar al sacerdote para poder experimentar con él la vacuna de la Farmacéutica Americana ($)… y ya de paso, si saliera algo mal y nos contagiásemos un poquito los españolitos de a pie ¡pues no pasaba nada!, ya que según parece nos estamos convirtiendo en un peligroso nido de rojos y fariseos, que hay que “eliminar” por el bien de la humanidad… Fíjense, hasta eso me lo puedo creer (P.J. Ramírez lo firmaría).



Y sé, que desde un punto de vista religioso y de fe cristiana, para muchos la actuación del señor Miguel Pajares poco o nada se ha podido parecer a la de un beato, mártir o santurrón que quisiera morir con los “suyos de allí”… sino más bien, se acercaba más a la de un mortal cualquiera, que por lógica, quiere evitar la muerte o incluso morir con los suyos de aquí… ¡No sé si me explico!

Creo conocer todas esas cosas y alguna más. No soy ciego, ni sordo (algunos dirán, que gilipollas tal vez)… y todo eso lo sé. Pero por qué cojones nos perdemos en divagaciones absurdas e interpretaciones condicionadas a la cantidad de mala hostia que tengamos con el gobierno de turno, con la religión de turno o con el sistema económico neoliberal de turno, que nos convierte en consortes y palaciegos de un sistema que criticamos… ¿Por qué lo hacemos, si ésa no es la cuestión?



Porque, ¿cuánto cuesta una vida para usted, para el de allá, para ése el despistado?

¿Según ustedes, a quién está bien y no está bien intentar salvar?

¿Ser religioso es positivo o negativo o es mejor pertenecer a una ONG o ser periodista para poder ser salvado?

Porque, qué queremos... ¿actuar como los gualtrapas que nos gobiernan, que nos dan dogmas de fe o directamente deciden si te tienes que morir a los 70 mejor que a los 85… y hacer finalmente, los ciudadanos, aquello que detestamos que hagan con nosotros?... ¡Porque señores, lo estamos haciendo! Estamos poniendo parches, excusas e impedimentos al hecho de salvar una vida por gilipolleces de carácter ideológico, religioso, moral o de la madre que nos pario a cada uno de nosotros… y por ahí, si queremos cambiar lo presente, lo siento, pero mal vamos.

Porque, qué cambio le daríamos a nuestras generaciones futuras, si alimentándonos del odio o de la divergencias, al final nos permitimos opinar y actuar de la misma manera que éste gobierno está haciendo con nosotros, de forma tan miserable, en infinidad de aspectos básicos que le dan dignidad y sentido a la vida; como es el derecho a tener un cobijo, a ser socorrido, curado, protegido, aliviado e incluso repatriado a tu país, para salvaguardar la dignidad de las personas o simplemente poder vivir…

Conclusión, actuando de manera cerril, sectaria y partidista nos convertimos en aquello que criticamos… porque considero que cualquier vida humana tiene que prevalecer sobre todo lo demás. La vida del padre Miguel Pajares también.


Perdónenme, pero sea por lo que sea; equivocadamente, por casualidad o por la aparición de la Pilarica a Sor Pija Ana Mato… por una vez que han actuado correctamente, reconozcámoslo y alentemos, eso sí, a que no haya diferentes varas de medir… ¡pero lo ven! eso son divagaciones que enturbian el caso concreto que nos ocupa. Y es ese “fino hilo de cordura”, el que tendríamos que ser capaces de analizar y sopesar para no cometer siempre el mismo error… el de ser demasiado “humanos”.


Oscar Ara